jueves, 14 de febrero de 2008

¿Milagro amazónico?

La planta peruana serviría para tratar artritis, gastritis, infecciones y tumores. Avalada por la OMS, existen estudios prometedores pero aún faltan investigaciones de alta calidad en humanos.

Por: Mariana Nisebe. De la Redacción de Clarín.com

En los últimos años el mundo vive una revalorización de los conocimientos sobre el uso de productos naturales, principalmente las plantas, por sus posibles efectos beneficiosos o nutricionales. Según la Organización Mundial de la Salud, el porcentaje de la población que utiliza, al menos una vez, la medicina tradicional, complementaria o alternativa es de un 48% en Australia, un 70% en Canadá, un 42% en EE.UU, un 38% en Bélgica y un 75% en Francia. En Latinoamérica, la Oficina Regional de la OMS para las Américas dice que el 71% de los chilenos y el 40% de los colombianos usan medicina tradicional. No hay cifras oficiales de Argentina.

"La mitad de los medicamentos actuales proceden de productos naturales, especialmente plantas medicinales. En el caso de las terapias contra el cáncer el porcentaje llega a un 60 por ciento", se informó durante el I Simposio sobre Plantas Medicinales y Productos Naturales como Fuente de Nuevos Fármacos que se realizó el año pasado en España. Allí, además de la soja, la ortiga, el sauce, la ulmaria, el grosellero negro y el árnica, se analizaron las propiedades y condiciones de la Uña de Gato. Desde 1994, luego de que la OMS patrocinara una Conferencia Internacional en Ginebra, Suiza, acerca de esta planta de la selva húmeda, el interés que despertó desde la década del 70, se volvió prácticamente universal: sobretodo por su conocida concentración de alcaloides. Por lo menos seis son capaces de aumentar el nivel de inmunidad hasta un 50%. Además, se documentaron clínicamente la acción de cinco de ellos por sus efectos contra la leucemia, tumores, úlcera e infecciones y artritis.

La Uña de Gato, cuyo nombre científico es Uncaria tormentosa, es una planta trepadora originaria de Perú. Crece desde Panamá hasta el sur de Perú y abarca zonas de Colombia, Venezuela, Ecuador y casi todo Centroamérica. Se llama así por los pares de espinas grandes y encorvadas que crecen a lo largo de la parra. Fue utilizada, durante siglos, por la tribu peruana Ashaninka como una medicina, pero no atrajo la atención de investigadores hasta los años setenta. En 1976 el Departamento de Farmacología de la Universidad de San Marcos, en Roma, analizó el contenido de alcaloides y por un motivo muy especial: Óscar Shuler se había curado de un cáncer terminal tomando la tisana -bebida que se consigue al herbir esta parra- durante 6 meses. En 1992, en Salerno, Italia, se realizó el "Primer Congreso Italo-Peruano de Medicina Tradicional Andina Antonio Raimundi" y Livia Bianchi, investigadora del Instituto de Patología General de la Universidad de Pavia, llegó a la conclusión que los compuestos de la Uña de Gato, combatían la presencia de radicales libres, lo que explicaba su eficiente acción antitumoral, antiinflamatoria y antimutágena.

Usos medicinales: beneficios y cuidados
Según la Enciclopedia de Plantas Medicinales, sus principales usos serían para tratar la  artritis, diverticulitis, gastritis, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, reumatismo e infecciones, ya que esta planta produce una estimulación del sistema inmunitario. También sería efectiva en los tratamientos de tumores (las decocciones de la raíz se utilizan en combinación con otros tratamientos convencionales y su uso disminuiría el tamaño de los tumores y de los quistes) y la trombosis, dado que disminuye la capacidad de coagulación de la sangre.

"Muchas personas con HIV se sienten atraídas por las hierbas que supuestamente fortalecen el sistema inmune. Sin embargo, todavía no se han documentado suficientemente los beneficios de la uña de gato en humanos. Sin estudios controlados, no sabemos si tiene efectos buenos o malos" explica el doctor Manuel Fernández Ibarguen. En cuanto a los efectos secundarios, en Aidsinfonet.org explican que "no se han reportado. Hay que tener en cuenta que muy pocas personas han utilizado uña de gato en estudios científicos. Algunos productos que contienen este producto herbáceo advierten que no deben ser utilizados por mujeres embarazadas o personas con desórdenes inmunológicos como la esclerosis múltiple".

Pero, a pesar de que existen más de 45 estudios respecto a su constitución química, estandarización de extracto y control de la calidad, toxicología y farmacología de los extractos crudos, aún faltan grandes estudios de alta calidad en humanos. Estudios que aportarán seguridad sobre sus posibles usos, beneficios y efectos secundarios.