lunes, 11 de febrero de 2008

Actualidad

'Toda la gente debería saber sobre ciencia', asegura nuevo editor jefe de la revista de 'Science'

No se trata simplemente de mostrar adelantos, sino de difundir los valores de la ciencia -la transparencia, la honestidad y la racionalidad- en toda la sociedad, dice Bruce Alberts.

"Enseñarles ciencia a los jóvenes, no importa si luego serán empresarios, periodistas o funcionarios, es una inversión para el futuro", afirma con desconcertante sencillez este destacado biólogo molecular norteamericano que acaba de convertirse en el cerebro de "la meca" de las publicaciones científicas.

Alberts también promueve desde hace más de treinta años programas para mejorar la educación de la ciencia en las escuelas. 

Para el científico, que el último fin de semana pasó unas horas en Buenos Aires, no se trata simplemente de formar profesionales de la investigación, sino de difundir los otros aspectos de la cienca. "Estos valores son fundamentales para derrotar la intolerancia", agrega. 

Ha sido Presidente de la Academia Nacional de la Ciencia de los Estados Unidos entre 1993 y 2005, y codirector del Consejo Interacadémico -una organización gobernada por presidentes de 15 academias nacionales para brindar asesoramiento científico al mundo- y también autor de un texto considerado "definitivo" sobre la biología celular ( 'The Molecular Biology of the Cell').

Según su experiencia, ¿qué se puede hacer para mejorar la enseñanza de las ciencias? 

Personalmente, he estado trabajando más de treinta años para convencer a la gente de que la educación científica debería ser para todos, y que debería comenzar a los cinco años. Sabemos cómo hacerlo. Es sólo cuestión de poner la energía y los recursos en el entrenamiento de los maestros.

Creo que si se quiere mejorar la educación de la ciencia, la comunidad científica, que aquí es bastante fuerte, tiene que conectarse con el sistema educativo, especialmente con los maestros destacados, y tiene que prestar atención a lo que está pasando en las escuelas. 

Cuál diría usted que es el talón de Aquiles en ese terreno? ¿Tal vez la insistencia de los maestros y profesores en la memorización? 

La memorización no es muy útil en un momento en que la información se duplica cada dos o tres años. En los Estados Unidos, una de mis mayores preocupaciones es que para cambiar la educación en los niveles iniciales tenemos que cambiar lo que hacemos en la universidad. Porque, por ejemplo, tomemos mi campo, la biología: la mayoría de los padres y maestros sólo tendrán un curso de biología en su vida. Eso, de hecho, define la enseñanza de la materia. Y en la escuela primaria y secundaria se copia lo que se hace en los primeros años de la facultad: frecuentemente tratan de cubrir todos los datos de la biología en un año. Se dan nociones muy superficiales de todos los temas, y así no se entiende la naturaleza de la ciencia, por qué funciona y por qué el trabajo de los científicos debería tener una credibilidad especial. 

Para que cualquier país tome decisiones sabias, la gente debe saber qué dice la ciencia sobre el futuro. Por ejemplo, la relación entre el hábito de fumar y el cáncer, eso tiene que ver con la ciencia, del mismo modo que el [proceso del] calentamiento global. Pero es muy importante que cambiemos la forma en que la enseñamos: no se trata de que las personas conozcan los hechos, sino que comprendan los principios de la ciencia como una forma de analizar el mundo. Incluso los chicos de cinco años pueden disfrutar de hacer ciencia en la escuela. Hay maravillosos ejemplos de buenos programas de estudio, pero se requerirá un esfuerzo mayor para entrenar a los maestros. Y hay que empezar por enseñar ciencia de un modo diferente en la universidad. 

Precisamente, la Universidad de California, donde usted trabaja, y la ciudad de San Francisco llevan adelante un programa conjunto. ¿Dio buenos resultados? 

-Tenemos una colaboración fantástica entre la universidad y las escuelas públicas, aunque todavía tenemos mucho por delante para que me dé por satisfecho de que estamos haciendo lo correcto para los chicos. Creo que podríamos hacer mucho más, especialmente para los que vienen de familias más vulnerables. Podemos darles problemas para resolver en la escuela, incluso aunque nunca hayan dispuesto de un libro para leer, porque muchos de estos chicos son muy buenos manipulando cosas. Y ya se sabe que para que uno se interese en cualquier actividad, tiene que tener éxito... Uno de los experimentos que estamos haciendo es tomar esas escuelas y centrarlas en la ciencia como una forma de disminuir las diferencias sociales. 

¿Qué les diría a quienes temen que la ciencia, con su creciente poder, se transforme en una actividad peligrosa? 

Por supuesto, cuando uno gana más conocimiento, gana más poder sobre su medio ambiente y desarrolla nuevas tecnologías que pueden usarse para el bien -y lo han sido mayormente- o para propósitos destructivos. Sin embargo, todos los científicos son muy conscientes de su responsabilidad como ciudadanos y de los peligros potenciales [de su trabajo]. Por otro lado, ésta es otra razón por la que es importante que la población general sepa más acerca de la ciencia: para poder hacer juicios informados. Las personas que no entiendan un poco de ciencia, van a tomar decisiones equivocadas. De modo que a medida que la ciencia se hace más importante y más poderosa, y nos da el poder de hacer cosas nuevas, una buena comprensión de sus procesos se hace realmente fundamental para el mundo y para cada país. 

Hace un par de años, un investigador coreano se hizo famoso por haber falseado resultados de sus experimentos. ¿Pueden las revistas científicas desterrar el fraude? 

Bueno, yo diría que el sistema funcionó, porque fue descubierto. Uno de los valores que hacen que la ciencia avance es la honestidad. Si un científico presenta un informe deshonesto de sus experimentos, nadie volverá a tener confianza en él. De modo que ser deshonesto encierra un peligro muy grande. La investigación funciona sobre la base de la replicación de los resultados, así que en ciencia es posible ser famoso durante unos años siendo deshonesto, pero después... es un desastre. Para mí, los que quieren engañar está un poquito locos. Es un caso muy infrecuente. 

Cómo diría que cubre América latina su revista?

Mal... Todos estamos de acuerdo en que necesitamos más cobertura internacional. La ciencia está cambiando. Europa y los Estados Unidos ya no son el centro del mundo. No sólo importa América latina, por supuesto, sino también la India y China... De modo que tenemos que escuchar las voces de la ciencia de esos lugares. Por otro lado, tal vez podamos ayudar a que se promuevan algunas políticas. Creo que la revista 'Science' tiene la gran oportunidad de tener un efecto positivo en la ciencia de todo el mundo.  

Por NORA BÄR
LA NACIÓN, ARGENTINA, GDA