sábado, 2 de febrero de 2008

Habita en la Yunga Tucumana


Se encontró una nueva especie de mamífero


Investigadores hallaron una nueva especie de roedor en los bosques tucumanos. Su importancia radica, especialmente, en que las Yungas son áreas en peligro de extinción debido a los desmontes que azotan a muchas regiones de nuestro país.


En tiempos en los que todo parece haber sido descubierto, la ciencia todavía nos sorprende. Un grupo de investigadores argentinos capturó una nueva especie de mamífero en los bosques de Yungas de la Provincia de Tucumán. El nuevo animal –nuevo para la ciencia- es un raro roedor del que se han hallado tan sólo seis ejemplares. El descubrimiento fue publicado en agosto del año pasado en el libro "The Quintessential Naturalist. Honoring the Life and Legacy of Oliver P. Pearson" por la California University Press[1].

Esta nueva especie de ratón fue encontrada en las cercanías de Hualinchay, al norte de la provincia de Tucumán, a 2300 metros sobre el nivel del mar. El primer ejemplar fue hallado en 2003 durante trabajos de rutina, es decir, casi por casualidad. Los seis ejemplares capturados hasta ahora fueron encontrados en cuatro campañas realizadas a lo largo de varios años por un grupo de investigadores a cargo del licenciado Pablo Jayat, en ese momento becario del Conicet en la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo de la Universidad Nacional de Tucumán.
Este mamífero corresponde a un roedor sigmodontino del género Phyllotis y fue denominado Phyllotis anitae por sus descubridores. El doctor Ulyses Pardiñas, co-autor del trabajo e investigador del Cenpat-Conicet que participó en el estudio de laboratorio[2], explica que “los Sigmodontinae constituyen un grupo de ratones, los que conocemos vulgarmente como “ratones de campo”, con cerca de 400 especies descriptas a la fecha y con 84 géneros. Son típicos de América del Sur -aunque no exclusivos- y viven en todos los ambientes, desde el nivel del mar hasta las altas cumbres y desde las islas del Cabo de Hornos hasta la mitad de América del Norte. En Argentina, conocemos unas 105 especies de este grupo, a las que se suma ésta nueva”.

El nuevo ratón es de tamaño mediano, de casi 40 gramos de peso en ejemplares adultos, un cuerpo de unos 12 centímetros y una cola de 12,5 centímetros de largo. Su pelaje dorsal es gris oscuro, el vientre es ocre claro y sus manos y pies combinan partes blancas y marrones oscuras. Además, posee los molares muy hipsodontes, es decir, molares de corona alta, en comparación con el resto de las especies de Phyllotis, lo que se relaciona con el consumo de vegetales que pueden contener elementos abrasivos, como los pastos o gramíneas. En el estudio también se analizó un fragmento de ADN, lo que permitió confirmar la singularidad de esta especie.


Según la investigación, el Phyllotis anitae parece ser una especie endémica de los bosques de aliso del piso superior de las Yungas de Tucumán, en el límite con los pastizales de neblina. Los bosques de aliso –conocidos como bosques montanos- constituyen una franja boscosa situada entre los 1500 y los 3000 metros de altitud sobre la ladera oriental de los cordones montañosos de la región. El bajo número de ejemplares capturados sugiere que la nueva especie es poco común y que está restringida a este tipo de hábitat.


El doctor Pablo Ortiz, investigador del Insugeo-Conicet, explica que las Yungas “son un ambiente altamente diverso, de suma importancia para el hombre, ya que es una zona de captación de agua y tiene una gran productividad: allí se hace ganadería, agricultura, explotación maderera, de gas y de petróleo, etc., y ha sido fuertemente modificada por el hombre desde la llegada de los españoles. A pesar de esto, es una ecoregión aún inexplorada desde muchos puntos de vista”.
Así, los investigadores destacan la necesidad de cuidar los bosques nativos de los cambios irreversibles generados por el hombre. Según Pardiñas, en el mismo sector de Yungas han encontrado otro ratón, un “hocicudo”, que está en proceso de ser catalogado como nueva especie. “Tenemos allí, en Hualinchay, dos nuevas especies de ratones, de las que antes no se sabía nada. Hace poco se descubrió un “jardín del Edén” en Nueva Guinea. Bueno, mucho más modestamente, aquí hay un pequeño jardín del Edén en pleno Tucumán del que recién ahora estamos aprendiendo”, asegura. Y agrega: “Este sector tenía dos nuevas especies de ratones esperando que se las descubriera. Un poco por casualidad (esto es, por una cadena de sucesos sencillos), las descubrimos. Ahora bien, podría haber sido distinto el panorama si las topadoras hubieran pasado por allí… ¿Cuántos lugares de Argentina están sufriendo estas situaciones y quizás sus especies nunca podrán ser conocidas ni valoradas?”.


Es por esto que el trabajo de los investigadores considera el hallazgo de Phyllotis anitae como relevante al tener en cuenta el fuerte impacto de la actividad humana que están sufriendo las Yungas argentinas, el remanente más austral de uno de los biomas más importantes y emblemáticos en cuanto a biodiversidad en el continente sudamericano.