miércoles, 18 de febrero de 2009

Descubren 50 nuevas especies de insectos

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Tienden a esconderse bajo las piedras de los ríos y lagos en forma de larvas hasta que ocurre la metamorfosis que los transforma en adultos y les permite caminar o volar fuera del agua. Es el fascinante mundo de los insectos acuáticos, y desde hace casi tres años un grupo de investigadores argentinos y británicos se dedica a estudiarlos en la Patagonia. El proyecto pionero, que comenzó en 2006 y finalizará en octubre de 2009, se llama Iniciativa Darwin y tiene como meta principal conocer la biodiversidad de los insectos acuáticos que habitan en el Parque Nacional Nahuel Huapi. Así es como a 200 años del nacimiento del padre de la Teoría de la Evolución -Charles Darwin nació el 12 de febrero de 1809- se homenajea su trabajo de la mejor forma: explorando la naturaleza. Hasta ahora, los investigadores calculan que han hallado más de 50 especies nuevas, y van por más. "Gran parte de los ejemplares que estamos recolectando en casi 300 sitios del norte, centro y sur del parque nacional serán donados al Museo de Ciencias Naturales de La Plata y al Museo de Historia Natural de Londres", dice Julieta Massaferro, investigadora del Conicet y coordinadora del proyecto. Además de publicar esa información en revistas científicas, la meta es compartirla con la comunidad: el equipo trabaja en la creación de una guía sobre los insectos hallados y de un sistema de información geográfica que incluirá datos sobre la vegetación de la zona. Además, se brindan charlas a los guías de pesca con mosca y los alumnos de las escuelas. El proyecto es financiado por el gobierno británico con alrededor de un millón de pesos. Forma parte de un programa de subsidios para apoyar la investigación de la biodiversidad en el mundo y que fue impulsado por Gran Bretaña a partir de la creación de la Convención de Diversidad Biológica en 1992. "La idea de hacer este proyecto en la Patagonia surgió cuando estaba haciendo mi posdoctorado en Londres. Luego surgió la oportunidad de presentarnos en la convocatoria de Iniciativa Darwin y resultamos seleccionados", cuenta Massaferro, que estudió Ecología en la Universidad Nacional de La Plata y regresó a la Argentina luego de vivir más de diez años en el exterior. Una aventura patagónica Durante un día de trabajo de campo, a orillas del lago Steffen, la ecóloga destaca que es un trabajo "100% en equipo", protagonizado por 30 personas. Y agrega que ha resultado crucial la colaboración de la Administración de Parques Nacionales. Entre otras instituciones, participan el Museo de Historia Natural de Londres (NHM, por sus siglas en inglés), la Universidad Nacional del Comahue y el Instituto de Limnología de la Universidad Nacional de La Plata. En estos días también participa de la exploración in situ el experto en biogeografía Malcom Penn, del NHM. "Utilizamos imágenes satelitales para mapear la región y para clasificar la vegetación y la ubicación de los insectos. Es la primera vez que se hace un sistema de información geográfica sobre insectos en la zona", cuenta Penn. Al ser una zona de transición de diversos ecosistemas, como la estepa, el bosque húmedo y la zona alto-andina, la tarea resulta un gran desafío, afirma. "Al NHM le interesa poder compartir información y que expertos en diferentes campos trabajen en equipo para aprender", resalta, y agrega que es clave conocer la diversidad de especies que habitan la zona y cómo se adaptan a los cambios del ambiente. "Sólo se puede proteger lo que se conoce", señala Penn. Con paisajes de lagunas, lagos, ríos y arroyos, rodeados de altas montañas, la recolección de muestras de insectos es toda una aventura, según afirma una asistente de campo del proyecto Darwin, la estudiante de biología Fernanda Montes de Oca. "Cada 15 o 30 días, durante la temporada de trabajo de campo, visitamos los diferentes puntos de estudio para recolectar muestras de insectos acuáticos. Entre otras variables para conocer el ambiente, medimos la temperatura del agua y la cantidad de solutos disueltos (el grado de contaminación)", señala Montes de Oca, mientras recolecta ejemplares de jejenes y libélulas. El paso siguiente es clasificar los insectos. Ese trabajo se realiza en una estación biológica ubicada en Puerto Blest y en un laboratorio ubicado en dependencias de Parques Nacionales en el centro de Bariloche. Los laboratorios fueron equipados por la Iniciativa Darwin y quedarán a disposición de nuevas investigaciones.


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